Actualmente todos ya somos capaces de distinguir los alimentos que provienen de la agricultura convencional y los que provienen de la agricultura ecológica y si no es así solo tenemos que fijarnos en el etiquetado y distinguir la hoja de estrellas con fondo verde que nos indicará que ese alimento ha sido producido bajo los reglamentos de agricultura ecológica.
¿Cuáles son los beneficios de la producción ecológica? Básicamente es la usencia del uso de sustancias de síntesis industrial, reduciendo la dependencia de la energía fósil, al no utilizar fertilizantes y pesticidas cuya fabricación se basa en combustibles fósiles. Fomenta la biodiversidad al incrementar la diversidad de productos cultivados, el reciclaje de la materia orgánica y no usar pesticidas de síntesis. Todo esto contribuye a generar una huella de carbono menor en los productos ecológicos. Pero la agricultura ecológica tiene sus limitaciones ya que tiene una baja productividad que hace que aumente el uso del territorio si no se cambian los hábitos de consumo o el riesgo de convencionalización de sus cadenas de suministros. La producción ecológica certificada no aporta en sí misma mejoras frente a las opciones de la agricultura convencional respecto al uso del agua, maquinaria, empaquetado, transporte, etc., o las condiciones laborales de las personas trabajadoras.
Entonces ¿la agricultura ecológica no es sostenible? Pues la realidad es que no lo es del todo, por supuesto que tiene unos efectos muy positivos sobre la biodiversidad y salud humana, pero no regula otras muchas cosas que hacen insostenible la producción de alimentos en el abastecimiento de un territorio. ¿Se propone otro sistema de producción que mejore todo esto? La buena noticia es que sí, la producción agroecológica va más allá del modelo de producción ecológica para darle un importante componente social sistémico, y que pone especial énfasis en la integración de la producción y el consumo a nivel territorial. La agroecología es considerada una ciencia, un movimiento social y una práctica agronómica, coincide con la agricultura ecológica en prescindir de insumos químicos de síntesis pero va más allá en las condiciones de producción de las personas trabajadoras, abarcando el sistema agroalimentario en su conjunto mediante la integración de sistemas agrícolas y ganaderos, el acortamiento de los canales de distribución alimentaria, los cambios en la dieta con la temporalidad de la producción o el reciclaje de los residuos agrarios y alimentarios. La agroecología desborda lo agronómico y se introduce en aspectos de orden económico, político o social, de equidad, etc., lo que se refleja en un mejor desempeño en la mayoría de los ámbitos de la sostenibilidad.
“Una aproximación más global u holística a los objetivos de la agricultura sostenible”.
Os damos un ejemplo claro que ocurre en Castilla y León todos los inviernos, y es el consumo de tomates, nadie quiere renunciar al consumo de este alimento tan sabroso que está presente en las ensaladas de todos los consumidores. El tomate necesita unas condiciones de temperatura para su desarrollo y maduración que durante el invierno castellano no se dan ¿y que hacemos? Acudir a nuestra tienda de confianza o grandes superficies que nos ofrecen este producto certificado en agricultura ecológica, en los mejores casos nos los ofrecen a granel y otros muchos envasados en bandejas de PVC y cubiertos por plástico ¿te has preguntado cuantos kilómetros ha recorrido ese tomate para llegar a tu mesa? ¿Cuánta cantidad de plástico se necesita para hacer esos preciosos envoltorios? ¿Cómo, dónde y en qué condiciones se produjo? Lo que está claro es que debemos de cambiar nuestros hábitos y adaptarnos a la temporalidad de la zona donde vivimos.
Desde VallaEcolid trabajamos activamente en la difusión de este conocimiento, nos agrupamos para que la producción agroecológica sea una realidad y llegue a todos los lugares de nuestro territorio permitiendo su acceso a todos los consumidores y acortando las cadenas de distribución. Un Ecomercado en la ciudad, un centro de acopio y distribución conjunta y un obrador compartido para la transformación, son las herramientas con las que contamos para facilitar el trabajo al productor agroecológico convencido con un sistema de producción que a día de hoy es la mejor apuesta.
Y tú, ¿Qué eliges?