Un proyecto de transformación alimentaria, pionero en España, busca «devolver a los orígenes» la forma de consumir alimentos en Valladolid. Tras casi dos años de trabajo, ayer se presentó el obrador compartido, un proyecto que busca facilitar a productores locales un espacio de elaboración y transformación de sus productos ecológicos.
El proyecto está enmarcado en la estrategia alimentaria ‘Alimenta Valladolid’, plan de nació hace cuatro años como un «proceso de reflexión sobre el sistema agroalimentario local», según explica María Sánchez, concejala de Medio Ambiente y Desarrollo sostenible. En un primer diagnóstico de este sistema, se pudo ver que los vallisoletanos consumían en su mayoría productos de fuera, y una gran cantidad de alimentos congelados.
El proyecto ‘Alimenta Valladolid’, que cuenta con la participación del Ayuntamiento, Mercaolid, VallaEcolid y la Fundación Entretantos, busca cambiar este sistema a través de una proceso participativo para que la población pueda acceder a alimentos más saludables y de temporada y, a su vez, dar cobertura a los productores locales de alimentos ecológicos.
Esta estrategia se ha traducido en otros proyectos que poco a poco van viendo la luz en la ciudad. Proyectos como el mercado ecológico instalado en la plaza España los segundo domingos de cada mes.
Otros proyectos es el centro de acopio y de distribución a través del cual se acopian los productos ecológicos de pequeños productores de toda Castilla y León y se distribuyen.
Por último, el obrador comunitario, presentado ayer de forma online, que aunque aún no tiene fecha para llevarse a cabo, cuenta con un presupuesto de 50.000 euros por parte de la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valladolid y está dirigido a productores que quieran transformar sus productos para luego comercializar.
«Este tipo de proyectos da más salidas a esos productores que, de forma individual, les es más difícil transformar su producto y llevarlos a mercados más grandes», señala Fanny Diez, gestora de la asociación VallaEcolid.
Fanny Diez explica que la asociación inició cuando se dieron cuenta que todos los productores distribuían a los mismos sitios, grupos de consumo y tiendas. Entonces, entendieron que una forma de abaratar y reducir tiempo era unir esfuerzos. «No es una distribuidora, ni una industria, es un grupo de gente que se une para elaborar proyectos que solos les es más difícil», explica.
Asociaciones, planes y estrategias, que ven más allá. Transformar la alimentación de la ciudad y el punto de vista de los consumidores. Para ser más conscientes de cómo se alimentan y de qué forma pueden cambiar esa alimentación hacia una opción más saludable y más respetuosa con el medio ambiente.
«Y para los convencidos, que tengan acceso mas directo a estos productos», explica la gestora de VallaEcolid. «Siempre existen cadenas grandes como los supermercados, que venden productos ecológicos, pero no sabes a quién lo estás comprando. A través de este tipo de plataforma sabes a quién se lo compras e incluso hablas con el productor».
Canales cortos de distribución que buscan, además, el desarrollo del comercio local. «Volver a los orígenes y hacer un consumo responsable, de cercanía, de productos de temporada, para consumir lo que tienes aquí y con conciencia social», señala.
Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, María Sanchez, consideró que es fundamental, no solo para la salud de la sociedad, que tiene la posibilidad de consumir alimentos sostenibles de calidad y cercanía, también dinamiza la economía local, ayudando a la generación y sostenimiento de nuevas líneas de negocio en un contexto muy complejo».
El grupo impulsor de elaboradores lleva casi dos años de trabajo para sacar adelante el diseño del espacio, las salas de elaboración o el reglamento de régimen interno. Además de trabajar en busca de financiación y generar estudios económicos y financieros que hayan hecho viable este proyecto que fomentaría pilares importantes para expandir la alimentación saludable, local y de temporada en Valladolid y en Castilla y León.